Cifras, cifras y más cifras pero que tan reales son, por lo menos lo que compete a nuestra ciudad deja mucho que pensar acerca del considerable aumento en el empleo del cual hace alarde el gobierno nacional.
Es muy confuso observar en los noticieros entes gubernamentales afirmando que el desempleo y la violencia van disminuyendo constantemente y después reflexionar sobre lo que vivimos diariamente: gente mendigando en andenes, sitos concurridos y semáforos, desplazados y niños siendo explotados.
Creo que no son tan confiables dichas fuentes pues se han generado varios escándalos con nuestro actual presidente y su gabinete, no olvidemos la renuncia de los dos ex directores del DANE (departamento administrativo nacional de estadística), quienes prefirieron dejar sus puestos antes que mentirle al país, surgieron ciertos desacuerdos entre estos funcionarios y el ejecutivo nacional por la manipulación de la información y la metodología empleada precisamente en el desarrollo de este tema.
Otro aspecto que merece mucha atención es la posible privatización de las empresas públicas, no sólo de nuestra ciudad sino también de Colombia, lo cual llevaría a que multinacionales y empresas extranjeras manejaran la industria y economía de nuestro país y por que no decirlo, la gente sería mucho más explotada de lo que es actualmente, con sueldos míseros, aumento de gastos, impuestos y de productos básicos de la canasta familiar. (reduciendo sus costos, afirmando que con esto se genera mayor posibilidad de crear empleo)
Deberían invertir más en la industria nacional, en la generación y apoyo a las nuevas empresas, no desviar recursos ni estar tan centrados en la política exterior, el problema se vive constantemente, está aquí.
Muchos factores han influído en esta problemática pero se debe empezar por donde es, diciendo lo que ocurre realmente para crear así posibles soluciones y hasta incentivar la participación ciudadana.
