Gotfried Helnwein

lunes, 11 de agosto de 2008



Muro realizado con envases de gaseosa.!

La transformación del Jarillón del río Cauca

De Villamoscas a Ecoparque





Escombros, basura y envases de gaseosa, son sólo algunos ejemplos de los materiales que se están usando en la construcción de una gran propuesta social, cultural y ecológica a orillas del río Cauca.


Históricamente, el Jarillón del río Cauca estuvo asociado a inundaciones, pobreza y basura, al punto que el nombre más común para denominar el lugar era “Villamoscas”.


El Ecoparque Río Cauca es un proyecto que incentiva la participación ciudadana, pues ha sido creado con el ánimo de recuperar lo que alguna vez fue un espacio olvidado, el Jarillón del río Cauca, construido por la CVC entre 1959 y 1961 para controlar las inundaciones provocadas por el desbordamiento de este afluente que paradójicamente es de vital importancia para nuestra ciudad.


Esta es una forma de concienciar a la ciudadanía caleña acerca de las ventajas del reciclaje y del gran valor ecológico, económico y social que posee el rio para nuestro municipio.


El proyecto busca igualmente generar una “educación reflexiva” para que las personas formulen preguntas sobre el tema de la sostenibilidad ambiental y sepan como proteger el río Cauca reconociéndolo como un potencial generador de recreación y convivencia para la ciudad.
Este nuevo modelo “estético” le apuesta a la transformación de la relación de los caleños con los desechos, pues lo que creíamos inservible y contaminante se convierte en la materia prima de quienes están vinculados con esta sorprendente obra.


La planificación de la obra duró cinco meses, el diseño otros dos y la construcción lleva algo más de seis. Inicialmente, el parque ecológico comprendía 3.000 metros cuadrados, pero después de prever el gran impacto social que éste tendría, el espacio a intervenir se amplío a 43.000 metros cuadrados de renovación y creatividad.


Contribuyendo a la salud del planeta, los gestores del ecoparque han usado los escombros que dejan grandes obras de ciudad como el MIO o los proyectos de vivienda.

Un nuevo aire


La transformación es evidente. Este sitio fue motivo de temores debido al alto índice de delincuencia y consumo de drogas. Hoy, es escenario de admiración y reconocimiento. Por allí transitan a diario personas interesadas en saber qué más va a pasar con las obras, pero también están los que construyen este nuevo escenario de vida.


Queda claro que este proyecto es para la ciudadanía con participación de la ciudadanía, especialmente habitantes de los alrededores, es decir, de las comunas 14 y 20. Madres cabeza de familia, ancianos, adolescentes hacen parte de este nuevo ejército renovador del Jarillón.


A lo largo del recorrido, que dura aproximadamente una hora, nos encontramos con mobiliario construido de escombros, muros de contención realizados con botellas de gaseosa, pisos decorados con pedazos de baldosas, artesanías adornadas con trozos de vidrios de colores.


Hay también cinco jardines. Uno de ellos llamado “colores, olores y texturas” porque en él abundan las flores, las formas y su finalidad es hacernos conscientes de que no podemos seguir destruyendo todo.


Los senderos ecológicos permiten trasladarnos a través de diversos jardines, entre ellos los medicinales y otras áreas del parque como los huertos o las granjas comunitarias que estarían en manos de la comunidad interesada en llevar a cabo su propio proyecto de cultivos.


Al Ecoparque lo han visitado cerca de 2.000 personas, pues su acceso no tiene restricciones, también es importante mencionar la construcción de un “ferri educativo” que hará más divertido e interesante el recorrido.